Todas las cosas de la vida tienen un origen y los calcetines no son una excepción. A pesar de que hoy en día son una de las prendas de vestir más habituales en cualquier outfit, no siempre ha sido así. En este artículo vamos a aprender un poco más acerca de la historia de los calcetines para entender mejor de donde provienen.
Una historia que se remonta al neolítico
El origen de los calcetines se remonta a miles de años atrás. El hombre del periodo Neolítico fue el primero que empezó a utilizar calcetines. Evidentemente, no se trataban de unos calcetines tal y como los conocemos hoy en día.
A pesar de su aspecto rudimentario, los calcetines de aquella época contaban con el mismo propósito que muchos calcetines de hoy en día, guarnecerse del frío. Aquellos calcetines se empezaron a utilizar cuando se produjo el desarrollo de las primeras botas y básicamente se trataban de una suerte de venda que se enrollaba alrededor del pie.
Como es lógico y habitual los calcetines fueron evolucionando con el tiempo hasta que en el año 256 se da a conocer la primera industria del calcetín en Egipto.
La evolución de los calcetines
Han aparecido muchos calcetines en sarcófagos egipcios y la gran mayoría de ellos estaban fabricados en ganchillo. Estos calcetines destacaban porque enfundaban al dedo gordo por una parte y el resto del pie por otra. A modo de curiosidad podéis verlos en el museo de Leicester.
Desgraciadamente no se conoce al inventor de los calcetines. Estos han ido evolucionando a lo largo de los años conforme diferentes culturas los iban utilizando y también se copiaban de unas a otras. De esta forma, los romanos los utilizaban como una especie de medias, tratándose de un tejido de lana que subía hasta el tobillo.
A partir de los diseños de los romanos los calcetines empezaron a evolucionar. Se empezaron a fabricar calcetines con patrones y, por supuesto, no se trataba de una prenda tan elástica como los que conocemos hoy en día.
Los calcetines de piel
A pesar de que hoy en día nos resulta inimaginable, lo cierto es que en su día se utilizaban bastante los calcetines de piel. De hecho, estos calcetines se utilizaron antes que los calcetines de algodón.
Fue a partir del siglo III con el uso de la punta de aguja y el ganchillo cuando los calcetines empezaron a ser más elásticos. Llegado el siglo VIII ya se empezaban a fabricar de forma artesanal y podríamos decir que el calcetín tal y como lo conocemos hoy en día llegaría aproximadamente en el siglo X después de acortar las medias calzas.
A diferencia de otras prendas los calcetines apenas hacían distinciones sociales, por lo que eran utilizados por todas las personas. A partir de entonces los calcetines empezaron a ser más cómodos gracias al uso de diferentes materiales como la seda o la gamuza hasta que finalmente en 1929 se empezaron a fabricar de fibra artificial.