A la hora de elegir un calcetín no solo te debes de fijar en que se trate del modelo adecuado para la actividad que vas a realizar, sino que también tenga el tamaño adecuado. De la misma forma que cuando llevas a cabo la compra de un calzado tienes en cuenta el número de tu pie, lo mismo debes de hacer cuando vayas a comprar un calcetín.
Por la propia naturaleza del calcetín también tendrás un abanico más amplio de opciones. Es evidente que el calcetín se puede ajustar mejor debido a su flexibilidad, pero es necesario elegir bien la talla.
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El material del calcetín influye a la hora de elegir la talla
Uno de los aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de elegir bien la talla son las fibras del calcetín. Algunas fibras se pueden estirar más que otras, por lo que no siempre dispondrás de unas cuantas tallas entre las cuales poder elegir.
También debes tener en cuenta el propio diseño del calcetín. Si el calcetín cuenta con un dibujo o formas geométricas, que se encuentre muy estirado o recogido hará que no se pueda disfrutar en su esplendor. Además de esto, también debes tener en cuenta que un calcetín de la talla equivocada es incómodo, ya sea porque aprieta mucho o bien porque sobra.
La talla del calcetín es la misma que la del zapato
Para que no te compliques a la hora de elegir la talla, por norma general es la misma que la del zapato. Una de las ventajas del calcetín es que, probablemente, puedas variar la elección de la talla número abajo número arriba sin que esto suponga un problema como pasaría con el calzado.
Ahora bien, también debes tener en cuenta el tipo de calzado que utilizas. Esto se debe a que algún calzado en concreto exige un número más alto de calcetín. En algunas zapatillas deportivas, para que estas sean más cómodas, están pensadas para que la persona que las utilice lleve una talla de calcetín un poco más elevada que el propio número de la zapatilla.
Por este motivo, dependiendo también del calzado que vayas a utilizar la talla del calcetín puede variar. Lo mismo sucede con el grosor. A la hora de elegir entre un calcetín de ejecutivo o uno de algodón algo más gordito, la diferencia será bastante notable. Procura adecuar el calcetín al uso que pretendes obtener del calzado sin dejar de prestar atención a la talla.
¿Qué pasa si elegimos mal la talla?
Elegir mal la talla del calcetín no es buena idea. Lo primero y, lo más obvio, es que si no es de tu talla no te va a quedar bien. Esto se puede ver en diferentes aspectos. Además de sentirte mucho más incómodo, provocarás que el calcetín se vea más largo o más corto, lo que queda bastante mal a la vista.
Si el calcetín nos queda pequeño y está demasiado ajustado, debes saber que no es bueno para la circulación. En el otro caso, en el supuesto que nos quede demasiado grande, el pie se moverá por dentro del calcetín y se producirán molestias al caminar. En estos supuestos aparecerán toda clase de ampollas y rozaduras, por lo que la protección del calcetín se convertirá en todo lo contrario.
Finalmente, si eliges mal la talla del calcetín este se te va a romper mucho antes. Al no quedar bien ajustado al pie será mucho más fácil que se rompa y, por lo tanto, la vida útil del calcetín se reducirá considerablemente. Elegir bien la talla de tus calcetines evitará que tengas que comprar unos nuevos con el tiempo.